Resulta sorprendente los cambios que ofrece la vida :quién nos iba a decir a nosotros que, tras el lanzamiento de una tanda de penaltis, se ganaría un partido o se lograría la clasificación para la siguiente ronda. Y qué ronda !!.
Resulta sorprendente que vengan al recuerdo pasajes lejanos en los que la suerte no acompañaba : pienso en aquella canasta de Pau que no entró, en ese coche de Carlos que se detuvo a 100 metros de la llegada, en ese maleficio de "los cuartos" que siempre nos enviaba a casa, y en otros tantos. Cuando dependíamos de la suerte, malo.
Resulta sorprendente que la vida ofrezca experiencias ya vividas, situaciones que recuerden aquello de "yo estuve aquí" : hace 4 años todos agarramos nuestros manos en el instante previo en el que un menudo jugador lanzaba un penalti que dió paso a una final y, a la postre, un campeonato. Ayer ocurrió lo mismo y ese mismo jugador, menudo, nos colocó donde teníamos que estar. Y por ello debemos brindar.´
Resulta sorprendente que la satisfacción venga no sólo por lograr acceder a una tercera final consecutiva, que sí, sino por ese cambio de suerte que todos añorábamos. Tendencia o cambio de ciclo que no se debe a la casualidad, pues ya han sido varias las oportunidades vividas y superadas.
Resulta sorprendente el pensar que ya podían contagiarse de ello nuestros insignes gestores. No forcemos. Dejemos las cuestiones de la suerte para el juego y exijamos trabajo y buen hacer, que será lo único que nos saque del agujero.